viernes, 30 de marzo de 2012

EL CUENTO DE LOS BESOS Por: •SAMARA•

EL CUENTO DE LOS BESOS
Por: •SAMARA•


Hace algún tiempo a través de un reconocido diario bogotano tuve la oportunidad de leer una nota bastante simpática que se titulaba: Investigadora explica por qué besar es toda una ciencia. Con tan solo el titulo yo dije sí, es verdad, pero no solo es una ciencia, también es un acto de fe, pues una practica tan mortal y cotidiana como dar o recibir un beso, puede convertirse en el inicio de nuevas y hermosas historias que se viven con una felicidad plena y desbordante o lastimosamente puede significar el comienzo de situaciones que nunca debimos permitir que pasaran.

Desde un principio el articulo se refería a la importancia del beso en el posible desarrollo de la vida sentimental entre dos personas y cosas por el estilo que no son desconocidas para nadie, en realidad el texto en su primera parte no era mas que una aburrida repetición de algo que alguien ya había dicho y que en el hipotético caso de mezclarse con Ricardo Arjona, podría hacernos sentir que la vida es un infierno. No hay que ser un erudito para saber que si en nuestros encuentros la otra parte besa rico, este beso automáticamente nos aproxima al comportamiento del otro en circunstancias más íntimas, como también si tiene tacto a la hora de expresarse, podemos contar con que esa persona es inteligente y no nos aburrirá desde el principio de la relación; por supuesto también entendemos lo que sentimos cuando besamos a alguien, tenemos piel, papilas, pupilas, sentido del ritmo y demás herramientas para saber si la cosa funciona o simplemente preferimos esperar para ver si la persona que llega después, tiene más que ofrecer que la que se acaba de ir.

Hasta aquí -puesto que voy en orden cronológico- el artículo era una idiotez, poco recurrente, y nada divertido. Después de tan innecesarias aclaraciones y a punto de pasar la pagina del periódico viene una parte que me causo gran curiosidad: donde el articulo nos aproxima a una explicación científica de lo que es estar enamorada(o), y algunas actitudes propias del proceso de “enamoramiento”.

Esta parte del artículo se puede considerar útil además de desconocida, pues hablaba sobre los cambios físicos y químicos del cuerpo para sentir gusto por alguien, lo que a su vez sugiere considerar que si estos procesos son explicables científicamente, quiere decir que muy pronto saldrá al mercado una píldora anti-tuzas o alguna otra que ayude a querer mas a nuestra pareja cuando desafortunadamente la(o) estemos dejando de hacer.

Como quien dice quizás el amor ¡por fin! dure (aunque químicamente) toda la eternidad,  sin importar lo abominable que llega a ser la idea de hacer funcionar los sentimiento del amor a través de narcóticos.

Continuando con el articulo y con el lado medianamente interesante del mismo, decimos que  científicamente podemos aclarar el por qué de las “mariposas en el estomago”. ¡Lo cual es una fantástica noticia! Dicho esto podemos ver el amor como algo larvario, algo que se incuba dentro de nosotros y termina siendo un bicho que si se manifiesta en el estomago de quien lo padece. Aquí llega nuestra segunda sugerencia:el amor puede ser curable con desparasitaros que hoy día - afortunadamente - hay muchos en el mercado.

Si el problema ya hizo metástasis, lo mejor seria buscar una veterinaria y comprar algo que limpie parásitos a equinos y esa clase de animales de gran tamaño, pues a problemas enormes como el amor que ciega, soluciones enormes para hacerles frente.

En cambio si el problema no interviene órganos importantes como el corazón, es solucionable con una infusión de hierbas que siempre son más amargas que la tuza que vendrá después de meses o años de estar acompañada(o), pero afortunadamente es un mal sabor deboca que termina tan pronto como te cepillas los dientes.

Lo que busco del fofo articulo que leí, es poder brindar soluciones a tanto lio de plagas que hay regadas por aquí y por allá, en un estomago y otro, pero aunque mis intenciones son buenas no por esto se me da lo de hacer milagros, escribir esto es más como un “peca, reza, empata” pues en mi caso las mariposas se murieron hace ya bastante tiempo y entraron en proceso de descomposición interno que al final toco vomitarlas tal como hacen los gatos con sus bolas de pelos.

Luego el texto formula literalmente la siguiente pregunta: ¿Un mal primer beso puede anunciar un desastre amoroso? Que pregunta tan idiota, ¡claro que  puede anunciar un desastre amoroso! No hay nada como un buen primer beso, un buen inicio que pueda convertirse en la emoción con que vives la espera de volver a ver a ese alguien. Hay factores externos como el lugar que influyen en el momento, pero aquí lo que importa es que si un beso es bueno, sin importar donde ocurra, siempre será bien recibido. Además aunque no se repita, un buen beso puede llegar a recordarse de modo placentero para luego regalarnos el bello instante de encontrarnos con la persona que no lo dio o se lo diste (el beso, hablamos de besos, hay otras cosas que se dan pero eso viene después) y saber con solo mirarle a los ojos que allí,  que alli rige el sentimiento de lo que fue bueno, ese mismo sentimiento que haría que lo ocurrido se repitiera esta vez buscando ir mas allá.

En conclusión el articulo del diario no era lo mejor que una pueda llagar a leer, sin embargo, a mi me dio mucho en que pensar. El beso es mas que fundamental, de un beso partimos hacia el reconocimiento de otra persona, de otro cuerpo y no es una locura dejarse llevar por las larvitas que crecen en las entrañas, todo lo contrario, es magnífico admitir querer perderse en otro u otra, pues por hay dicen que la libertad esta en escoger a quien pertenecer.

Lo que no debemos olvidar nunca es que repartir besos a diestra y siniestra, aunque es delicioso puede llegar a ser contraproducente, tan contraproducente como pasarse la vida escogiendo a quién dárselos y a quien no, pero esto es problema de cada quien que no pienso discutir, ya vera el implicado como se las arregla.